Producción y demanda.
Según las últimas proyecciones del Banco de España publicadas en su Boletín Económico de marzo, el crecimiento del PIB real se situaría en el 1,2% en el presente año y en el 1,7% en el próximo, consolidándose la incipiente recuperación de la actividad. En cuanto a la composición del crecimiento del PIB, se espera un mayor peso de la demanda nacional a expensas de la demanda exterior neta. En concreto, el Banco de España prevé una aportación positiva de la demanda nacional de 0,3 puntos porcentuales en 2014, después de seis años consecutivos en negativo, y de 0,9 pp en 2015. Por su parte, la contribución al crecimiento del producto de la demanda exterior neta se reduciría en 2014 siete décimas respecto a la de 2013, hasta los 0,8 pp, y una décima más en 2015, hasta 0,7 pp.
A su vez, el tono positivo de la demanda nacional obedece a la recuperación prevista del consumo privado a lo largo del bienio 2014-2015, con incrementos del 1,1% y del 1,2%, respectivamente, mejora que estará impulsada por el aumento de la renta disponible de las familias, a tenor de las perspectivas de ganancias salariales. El Banco de España prevé una variación nula de la inversión en capital fijo para este año, que se dinamizará en 2015 hasta el 4,2%. La recuperación de la inversión privada se explica, en gran medida, por el perfil fuertemente expansivo de la inversión en bienes de equipo, con crecimientos del 6,3% en 2014 y del 7,5% en 2015, favorecida por las mejores perspectivas económicas y la relativa fortaleza de las exportaciones. Por su parte, la inversión residencial prolongará el proceso de ajuste, si bien los retrocesos serán cada vez de menor entidad, previéndose una caída en el entorno del 5% en 2014 y una tasa negativa pero cercana a la estabilización en 2015. Por su parte, el consumo público seguirá descendiendo este año y el próximo, 1,5% y 2,5%, respectivamente.
En el ámbito del sector exterior, se espera que las exportaciones mantengan su fortaleza, creciendo a tasas del 5,1% en 2014 y 6,1% en 2015, en términos reales, y algo menos las importaciones (3% en 2014 y 4,4% en 2015).
Entre los indicadores cualitativos para la economía española, el Indicador de Sentimiento Económico mejoró en marzo más de dos puntos respecto a febrero, pasando de 100,3 a 102,5 (media 1990-2013=100), tras haber permanecido estable el mes anterior. Por componentes, se orienta al alza la confianza del consumidor y del comercio minorista (6,4 puntos ambos), así como la de servicios, que gana 8,3 puntos respecto a febrero. En cambio, la confianza del sector industrial y la de la construcción empeoran 1,5 y 1,3 puntos, respectivamente.
Precios
Los precios de la energía disminuyeron en febrero un 2,5% respecto al mes de enero, frente al ligero avance de un año antes (0,6%), reduciéndose su tasa anual casi tres puntos hasta situarse en el -6,8%. A esta acusada desaceleración del grupo energético contribuyeron sus dos grandes componentes, el de suministro de energía eléctrica y gas, que redujo su tasa anual casi 3 pp, hasta el -6,8%, y el de coquerías y refino de petróleo, que pasó de registrar una tasa anual del -5,4% en enero al -9,2% en febrero.
Por su parte, el IPRI de bienes de equipo anotó en febrero una tasa de inflación anual del -0,3%, frente al -0,1% de enero. Desde el inicio de la crisis, este índice muestra un comportamiento muy moderado, en línea con la evolución de la demanda de este tipo de bienes.