La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha elaborado una propuesta de metodología para la determinación de la tarifa de acceso a la red eléctrica que, por su orientación radicalmente distinta de la actual, tendría una gran transcendencia a futuro en el hipotético caso de ser adoptada.
De conformidad con la Directiva europea de mercado interior de electricidad y con la normativa española que obliga a la transposición de la misma, la CNE asume su competencia reguladora independiente y propone una metodología radicalmente distinta en la estructura de costes fijos y de costes variables a soportar por parte de los distintos grupos de consumidor, incluyendo los peajes de acceso a la red. Así, para los consumidores domésticos se pasa de una composición de costes del 40% basado en la potencia contratada y del 60% en función del consumo de electricidad, a valores del 80% y 20%, respectivamente. Es evidente que este nuevo enfoque supondrá un fuerte impacto en el coste de acceso, aunque se proponga un período transitorio para su aplicación.
La propuesta es valorada positivamente por parte de las compañías eléctricas, cuya opinión ha recabado SERCOBE y va orientada a introducir estabilidad al sistema de retribución de costes, condición básica para incentivar la inversión en bienes de equipo eléctricos. En ese sentido, podría favorecer el despliegue de equipos en redes eléctricas inteligentes como medios de mejora de la eficiencia en la operación del sistema eléctrico. Es más dudoso el posible impacto de la metodología en actividades concretas de generación distribuida, muy vinculadas a incrementos de capacidad de energías renovables, o a modelos de mercado con mayor participación de los consumidores como es el autoconsumo con balance neto.