País Vasco: El pasado 7 de enero el Gobierno Vasco aprobó la Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030. Dicha Estrategia prevé generar 3.000 empleos y reducir un 26% las emisiones de CO2 a través de la economía circular (motivada por los cambios en la gestión de residuos).
Fija 3 objetivos estratégicos, con horizonte año 2030:
- Aumentar en un 30% la productividad material. En la actualidad, la industria vasca consume 21 millones de toneladas de materias primas al año, de las que un 77% son importadas, principalmente, combustibles fósiles, minerales metálicos, biomasa y minerales no metálicos.
- Aumentar en un 30% la tasa de uso de material circular. Esto permite evaluar la contribución de los materiales reciclados en el País Vasco a la demanda total de materiales.
- Reducir en un 30% la tasa de generación de residuos por unidad de PIB. En Euskadi se generaron, en 2016, 67 kilos de residuos (excluidos los principales residuos minerales) por cada 1.000 euros de PIB. El objetivo para 2030 es bajar esa cifra a 47,6 kilos.
Para lograrlo, prevé ayudas a la inversión, a la I+D+i, deducciones fiscales, tasas e impuestos ambientales, el desarrollo de estándares técnicos y metodologías para facilitar la utilización de materiales secundarios, y medidas para la capacitación, generación y transferencia de conocimiento.
Castilla-La Mancha: Ley 7/2019, de 29 de noviembre, de Economía Circular de Castilla-La Mancha. El objeto de esta ley es incorporar al ordenamiento jurídico de la región los principios de la economía circular con la finalidad de favorecer un crecimiento económico, la creación de empleo y la generación de condiciones que favorezcan un desarrollo sostenible desacoplado del consumo de recursos no renovables y de la producción de externalidades negativas que permita luchar contra el cambio climático y avanzar hacia una economía hipocarbónica en la región, con la consiguiente mejora del medio ambiente y, por ello, de la vida y el bienestar de las personas.
El ámbito de aplicación de esta ley abarca todas las fases del ciclo de vida de un bien, producto o servicio e incide en los sectores relacionados con el agua, energía, industria, economía, comercio, consumo, educación, suelo y ordenación del territorio.